Hoy, puede cantar victoria. Salvador Rodríguez Moreno tiene 27 años y está saliendo del mundo de las drogas. Desde los 7 años trabajaba cuidando carros, en el Parador de Pedregal, para ayudar a su mamá. Tenía su gavilla y entró en la perdición. Dijo que pasó siete años oliendo "tinner". Desde los 17, empezó a fumar "piedra" y pasó diez años viviendo bajo el puente que se encuentra cerca de Acero Panamá. Ahora decidió cambiar de vida, reintegrarse a la sociedad y cumplir sus metas.
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