Hola Moza, leo a diario tu columna y me parece estupenda. Necesito, por favor, que me ayudes lo más rápido que puedas.
Estoy en la Universidad de Panamá en el turno de la mañana. Un día me subí a un bus, a eso de las 2 ó 3 de la tarde, y me senté en uno de los primeros asientos.
Durante todo el trayecto, el conductor (quien es un hombre de unos 40 y tantos de años) no dejó de mirarme y, para rematar, yo también lo miraba. En un principio, empecé a hacerlo sin un motivo aparente, pero después, noté que él también me miraba.
Lógicamente, cuando me bajé, no me cobró. Un día, casualmente, paré un bus y era él de nuevo. Como tengo amistades que andan con buseros, me habían dicho que el puesto que está en la esquina de los asientos de la izquierda, es para hablar con la persona en cuestión, así que me senté allí y él y yo empezamos a hablar. Solamente lo esperé una vez y ya no lo he vuelto a ver más.
El tipo me cae bien, se ve normal y todo, pero ese no es el problema. El problema es que cuando mis amistades empezaron a andar con buseros, un amigo y yo fuimos los primeros en poner el grito al cielo, aunque después de un breve tiempo lo aceptamos.
Ahora, mis amistades me dicen que ese tipo de relaciones no son malas, pues son personas comunes y corrientes, con la única diferencia de que manejan un bus.
No sé, ellas me dicen: "únete al club de las mujeres que andan con buseros", pues en la universidad son muchas, pero no sé qué hacer. Lo único bueno es que este tipo no es maleante y el que anda con una de mis amigas sí lo es. Mis amigos me ven como una persona recta y decente y, en realidad, lo soy, pero creo que si empiezo una relación con ese tipo, perderé la imagen que mis amigos tienen de mí. ¡Necesito tu ayuda! Gracias, Alejandra.
TOMA TUS PROPIAS DECISIONES
Hola Alejandra, lo primero que quiero decirte es que eres tú quien debe tomar la decisión de andar con ese chico o no, y no tus amigos.
Mira, en la vida hay que tomar decisiones; si en verdad te vas a sentir incómoda saliendo con él, entonces no lo hagas, pero hazlo por ti y no por nadie más. Te aconsejo que antes de que andes con ese hombre, analices los pro y los contra, sobre todo porque siempre la gente hablará de ti, aunque no lo quieras. ¡Piénsalo! ¡Suerte!
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