Estos doce ciudadanos unirán sus vidas el próximo 24 de mayo, en San Miguelito, a través del matrimonio civil. Ellos forman parte del primer grupo de matrimonios comunitarios que organiza la Alcaldía de San Miguelito. En total son 75 parejas y todas han pasado por cursos de orientación familiar para llevar una mejor convivencia en el hogar.

Marlen Fernández: “Bueno, es importante el matrimonio para relacionarnos más como pareja y llegar a que la familia sea más unida”.

Manuel Simití: “Me casaré para tener más integración familiar. Pienso que también me permite darle un buen ejemplo a nuestros hijos”.

Cecilia Guayaquil: “ Sinceramente, en un matrimonio ambos nos comprometemos a estar unidos y a velar por la familia. Hay que entenderse, pues pasan cosas en un matrimonio”.

Cirilo Tuñón : “La importancia es que es signo de que la pareja va a respetarse, a entenderse y que no haya tanto disgustos entre la familia. Debe haber más unidad”.

Dana Pérez: “Para mí el matrimonio es importante, porque así la familia sale adelante. Uno trata de tener una buena comunicación y eso lo ven los hijos”.

Euribiades Escobar: “El matrimonio es para darle un buen ejemplo a mis hijos. Quiero organizar mi familia y luchar por mi hogar. Ese es mi propósito”.

Marisol Lorenzo: “Pienso que con el matrimonio mis hijos van a crecer en un ambiente sano. En una relación de pareja hay que luchar por lo que se quiere”.

Sixto Terrado: “Voy a casarme porque tengo tiempo de estar unido. Ya es hora de formalizar mi matrimonio y hacer buenas cosas por mi familia”.

Norma Moreno: “Un matrimonio es algo que a Dios le gusta. Sabemos que los esposos se deben apoyar mutuamente en los momentos más difíciles”.

Eduardo González: “Es importante para nuestra educación, para cultivar el amor en la familia. Buscaremos una mejor comunicación y fortalecer nuestro amor”.

Lilia Flores: “Es un soporte a nuestra familia. A través del matrimonio nos sentiremos reconfortados de cualquier problema”.

Jaime Jiménez: “El matrimonio es importante porque vamos a unir nuestras vidas. Es un mandamiento de Dios y nuestros hijos lo verán como nuevos valores”.