Última de dos entregas
| Viola Guevara, Odalis Orozco, Jesús Simmons
DIAaDIA
En el mundo de la prostitución que se desarrolla en la capital, DIAaDIA no sólo conoció la existencia de un prostíbulo clandestino y cómo operan el denominado "negocio del placer", a través de casas de masajes y bares nocturnos, sino también la existencia de la Asociación de Mujeres con Dignidad y Derechos, que aglutina a las prostitutas de Panamá. Quien preside ese colectivo se indentificó como voluntaria de este grupo, pero es quien la preside. Ella admitió que hay mujeres de este oficio que tienen SIDA y que otras "damas de la noche" a pesar de que tienen 75 años no se retiran de la actividad.
En esta entrega también le ofrecemos el testimonio de una joven embarazada que se prostituye para sobrevivir y los riesgos que enfrenta tanto en el día como en la noche, a fin de llevar el sustento a su casa.
CARA A CARA CON LA "VOLUNTARIA"
Exigen respeto y aceptación. La necesidad y el querer sacar a sus hijos adelante hace que muchas mujeres tomen este oficio. DIAaDIA tuvo la oportunidad de conversar con una ex trabajadora sexual, quien ahora es voluntaria de la Asociación de Mujeres con Dignidad y Derechos. Reservadamente, esta señora prefirió no revelar su nombre, pero contó la triste realidad que pasan, ya que entre todas las facetas de la prostitución ellas son las más discriminadas por ser clandestinas, a pesar de que "somos seres humanos".
La entrevistada dijo que existen las trabajadoras sexuales universitarias, amas de casa y las llamadas "call girls" (que se contactan vía celular). En su caso, quienes laboran bajo la clandestinidad son las que están por debajo de todas, debido a que lo hacen por necesidad a raíz de la falta de trabajo y estudios. Aclaró que "no por lujos como las otras".
Con el alma en la mano y una voz quebrada casi en llanto, la voluntaria dijo que les da dolor el ver que las trabajadoras "cautivas" (las que están en los bares) son 100% apoyadas por todas las autoridades de Salud, ya que para ellas (las clandestinas) no hay un control.
"Muchas no tienen dinero ni para mantenerse y menos para pagar todos los exámenes", manifestó triste la voluntaria, quien aseguró que siempre son señaladas e insultadas, lo que viola sus derechos.
QUIEREN SALIR ADELANTE
Aunque no precisó cantidad, la ex trabajadora admitió que existen muchas mujeres en la clandestinidad que padecen del VIH y otras enfermedades, quienes al verse rechazadas y no recibir apoyo del Estado continúan en el negocio.
DESEAN SER MEJOR
La voluntaria manifestó que desde hace tres años surgió la idea de crear un grupo que defienda los derechos de las mujeres trabajadoras sexuales. Destacó que actualmente se encuentran en proceso de legalizarse y ya unas 200 mujeres entre el área metropolitana y la provincia de Chiriquí, las cuales forman el gremio en el que reciben charlas de motivación, protección sexual, y se les enseña a realizar otras actividades, como manualidades y estética, para que aprendan a realizar otras labores.