Hola Moza, todos los días leo lo que las personas te escriben. No sabes lo triste que me siento a veces cuando leo los problemas tan graves que tiene la gente.
La verdad es que yo no tengo un problema grave y espero y le pido a Dios que no me suceda nada, pero tengo una amiga que sufre mucho y ya no sé cómo aconsejarla. Esa chica me ha confesado que está embarazada, ella es casada con un hombre muy bueno, que la ama y la adora, pero el problema es que ese hijo no es de ese fiel hombre.
Desde que me contó eso me siento muy mal, porque ella está a punto de dar a luz y no se encuentra muy bien de salud. Mi conciencia no aguanta más, pero me ha pedido que sólo si le sucede algo le revele la verdad a su esposo.
No me gusta lo que pasa, pero creo que no me puedo meter y decirle eso desde ahora a ese hombre, porque rompería mi promesa, por eso he tratado de convencerla de que le cuente la verdad a su esposo, pues el papá del niño sí sabe la verdad. Ella lo único que me ha dicho es que por eso me pide que si le pasa algo le cuente la verdad a su esposo, ya que ese otro hombre es malvado y no merece quedarse con su hijo, a quien tanto su compañero sentimental ama, por considerarlo suyo.
Dime qué hago, sigo callando, digo la verdad o espero, es que es algo que me está volviendo loca. Chao, Berta.
DALE CONSEJOS
Hola Berta, creo que lo que te está pasando es algo muy difícil, pero es cierto que Dios sabe por qué hace las cosas, por eso me atrevo a decirte que no desampares a esa mujer y trates de seguir dándole consejo.
Creo que no eres quién para revelar ese secreto a ese hombre, pero si con tu poder de amiga puedes aconsejar a esa chica que le diga la verdad a su esposo, pues estoy segura de que si la ama la perdonará.
Te doy otro consejo, trata de relajarte, porque cuando uno trata de solucionar los problemas de otro, jamás puede hacer lo mismo con los suyos, y es por eso que te sientes impotente. Sigue consejo. ¡Suerte!
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