Cuando uses almidón para planchar la pollera no le pongas demasiado para que no quede rígida.
Odalis Orozco
| DIAaDIA
La pollera blanca como la de lujo requiere de cuidados al ser guardada o lavada para no dañar las trencillas y los encajes, o de colorar su trabajo.
Al secarla se debe poner al revés, bajo la sombra.
Es importante que lave la pollera con detergente suave para no maltratarla, como el jabón de bebé, además para proteger los colores de las labores que esta tiene.
Debe almidonar con cuidado la pollera sin pasarse de almidón para que no quede rígida.
Las abuelitas usaban almidón de yuca, hoy en el mercado hay muy buenos.
El almidón se rocía con la pollera al revés, para que las labores no se deterioren y no se maltraten. -Hay que tener cuidado de no meter fuerte la punta de la plancha entre los calados y las costuras delicadas.
Si a la pollera le cayeran gotas de parafina que se desprenden de las velas encendidas, estas deben sacarse de los lienzos antes de lavarla, poniéndole al revés, un papel blanco; se le pasa la plancha caliente para que este absorba la parafina; después se lava cuidadosamente y se guarda en una caja de alcanfor o caja china, para protegerla de los insectos.
En caso de que la pollera se guarde en un baúl corriente, en el fondo de este se acostumbra ponerle canela en rajas, tomillo y naftalina. Allí se depositan las polleras, el mantón de seda con flecos, los paños marcados y el cofre del joyero.
Las polleras blancas también se pueden guardar en forro negro.
