
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Trata a sus pacientes con mucho amor.
Está pendiente de cada uno de sus pacientes.
Según Beatriz, nunca ha faltado a un turno.
Con lágrimas contó sus sacrificios.
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Trata a sus pacientes con mucho amor.
Está pendiente de cada uno de sus pacientes.
Según Beatriz, nunca ha faltado a un turno.
Con lágrimas contó sus sacrificios.
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Trata a sus pacientes con mucho amor.
Está pendiente de cada uno de sus pacientes.
Según Beatriz, nunca ha faltado a un turno.
Con lágrimas contó sus sacrificios.
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Trata a sus pacientes con mucho amor.
Está pendiente de cada uno de sus pacientes.
Según Beatriz, nunca ha faltado a un turno.
Con lágrimas contó sus sacrificios.
Está orgullosa de sus años de servicio.
Foto: EVERGTON LEMON
Trata a sus pacientes con mucho amor.
Está pendiente de cada uno de sus pacientes.
Según Beatriz, nunca ha faltado a un turno.
Con lágrimas contó sus sacrificios.
De esos 25 años, lleva 18 prestando el servicio en el área de urgencias del hospital Santo Tomás.
Beatriz se encarga del área de selección de pacientes y de distribuir a los mismos de acuerdo a su condición
Lo más difícil en su carrera
Beatriz, sin poder ocultar las lágrimas, expresó que lo más duro para ella fue dejar a su hija desde los cinco meses, ya que no tenía alguien fijo que se la cuidara.
Y cuando la niña se enfermaba se sentía mal, ya que ella estaba ayudando a otros enfermos y solo podía dar indicaciones por teléfono de lo que le dieran para mejorarla.
Para ella, los principales tropiezos que tiene una enfermera es cuando se hace algo bueno por un enfermo y en vez de una felicitación reciben críticas y eso es difícil de afrontar.
Ella envía un mensaje a todas aquellas personas que están iniciando la carrera que deben tener vocación y el que no tiene el sentimiento de atención y de ver al paciente como si fuera su familiar, mejor que “no estudie enfermería, porque esta carrera conlleva mucho sacrificio”.
Se siente feliz
Asegura que cada noche de desvelo que ella ha pasado en un turno de hospital ha tenido su recompensa, porque ha ayudado a cientos de pacientes a salir de sus enfermedades.
Para Beatriz, es un orgullo ser enfermera y que actualmente su hija se sienta contenta de lo que ella hace. Además de la satisfacción que siente al ver a sus pacientes sanos salir caminando del hospital.