Un veterano de guerra en la venta de agua de pipa. Ese es "Don Rafa", a quien desde tempranas horas de la mañana lo encontramos en las afueras de la Lotería Nacional de Beneficencia.

Rafael Almanza, de 42 años, es el personaje principal en esta ocasión. Contó a DIAaDIA que se inició en el negocio a finales de la década del 80, en vista de que no obtenía un empleo.

Hasta la fecha, ha visto colegas llegar y así mismo se han ido. Admite que es un trabajo muy duro, nada fácil, pero ya se ha acostumbrado.

Considera que en su empleo, muy humilde por cierto, pero honrado, él es su propio jefe. Si trabaja bastante, así mismo gana, y viceversa. Es decir, que no tiene que esperar a que el dueño de una empresa privada le pague su salario y las horas extras.

Gana lo necesario para sobrevivir, tanto él como sus 3 hijos y su cónyuge.

Su jornada laboral inicia desde las 4 a.m., hora en que se levanta todos los días para ir a comprar el producto y preparar el tanque de agua de pipa con bastante hielo.

De allí se va a la esquina de la Lotería, en Avenida Cuba, hasta horas de la tarde, y termina su faena haciendo recorrido en el centro de la capital hasta cuando logre vender todo.

En un futuro, a don Rafa le gustaría tener otro negocio, menos cansón, donde no trabaje mucho. Para lograr eso, está pensando en ahorrar.

INTERIORANO

Don Rafa, residente en San Miguel, Calidonia, es oriundo de Santiago, Veraguas, donde trabajó la agricultura.