HISTORIA
Mi gente pobre

Redacción | DIAaDIA

Una vez Orlando, el padre de una familia muy rica, llevó a su hija Mariel a pasear por el campo, con el propósito de que su hija viera cuán pobres eran esos campesinos.

Pasaron un día y una noche completos en la destartalada casita de una familia muy humilde. Ambos quedaron impresionados por todo lo que habían visto, pero ninguno decía ni media palabra.

Cuando regresaban a su casa en su lujoso automóvil el padre le preguntó: "Hija, ¿qué te ha parecido el viaje?

Mariel le respondió ¡Muy bonito, papi!

El padre volvió a insistir y la cuestionó para conocer su forma de pensar y de ver la vida ante un panorama de extrema pobreza; ¿Viste qué tan pobre puede ser la gente?

Ella respondió sí, como si estuviera regañada, pero muy pensativa.

El señor Orlando la siguió interrogando diciéndole ¿Y... qué aprendiste, hija?

Ella con mucha seriedad dijo: "al pensar en esos campesinos, he visto que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. También dijo "nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. El patio de nosotros llega hasta la pared junto a la calle, ellos tienen todo un horizonte de patio.

El padre se quedó mudo y la pequeña Mariel lo abrazó diciéndole "gracias, papi, por enseñarme lo pobres que somos".

Por mucho dinero que tengan algunas personas no son felices, pues no aman y tampoco han experimentado la alegría de compartir.

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