Es importante la comunicación con los hijos y saber quiénes son sus amigos, en especial durante el período escolar cuando los jóvenes pasan algunas horas fuera de casa.
La droga es un enemigo silencioso que llega de manos de personas que aprovechan alguna debilidad del menor de edad para poder involucrarlo en el vicio.
En el camino al hogar o viceversa, en el recreo, o en las paradas de buses son los momentos precisos para acercarse y aprovechar para ejercer las presiones para incorporarlo al vicio. Es por esto que usted tiene que dialogar con ellos sobre los perjuicios de la droga o cómo no hacer caso a las presiones de grupo.
El Club de Leones y la Iglesia Católica llevan adelante una campaña de orientación y prevención de drogas y dan a conocer algunos pasos para no incurrir en ese vicio.
Primero hay que reconocer que existen muchos caminos por los que los muchachos pueden llegar a consumir drogas. Entre ellos: la curiosidad de saber qué se siente probar una droga, sin saber que unos minutos de sensaciones extrañas lo pueden llevar a un vicio que le costará una vida de sufrimiento.
Las presiones de los amigos o de grupo para que pruebe y consuma la droga, y por miedo al rechazo, accede.
Otro factor es la rebeldía. Si los jóvenes tienen conflictos en sus hogares, en la escuela o en su trabajo están propensos a recurrir a las drogas para huir de la realidad, creyendo erróneamente que esto aliviará sus penas.
Muchos jóvenes por aburrimiento y ocio se acercan a las drogas, ya que no son estimulados con otras actividades educativas y escolares.
¿QUE DEBEN HACER LOS PADRES?
Es importante que los padres cuiden que no se presenten los factores antes señalados que faciliten la inclinación del joven al consumo de las drogas.
La familia juega un papel fundamental porque si expresa cariño, atención y comunicación al menor, está fabricando barreras para que este no caiga en este vicio.
Si los menores de edad crecen con seguridad, amor y tienen confianza para comunicarse con sus padres, no evadirán sus problemas con las drogas, y sabrán decir ¡No!
¿COMO ENSEñARLOS?
Platique con ellos sobre sus actividades y problemas.
En lo posible comparta con ellos horas de comida. Ayúdelos a hacer sus tareas.
Vea con ellos televisión, comparta libros o revistas y luego analicen los contenidos juntos, sus puntos de vista. A través de esto tendrán una visión sobre lo que piensan y de esta manera también podrán orientarlos si algún concepto no es claro y ayúdelos a resolver sus dudas, porque puede que tengan ideas equivocadas.
Nunca tenga temor en expresar su cariño a sus hijos.
Respeten a sus hijos, háganles sentir que son importantes y que ellos cuentan y merecen consideración.
Pero, a pesar de que los quieren, la disciplina es importante. Ponga reglas adecuadas y vigile que se cumplan. No lleve las disciplinas a extremos rígidos.
Estimule a sus hijos y apóyelos para que tomen sus propias decisiones y asuman responsabilidades.
Escúchelos y conozca sus inquietudes, sus problemas y logros.