
Aquí vive Rosa junto a sus siete niños.
Aquí vive Rosa junto a sus siete niños.
Necesitan una casa en buen estado, pues la que tiene es de zinc, tablas y el piso es de tierra. “Cuando llueve, la casa se moja adentro porque las hojas de zinc están llenas de huecos y, para colmo, la corriente de agua se mete, empapando y dejando todo húmedo”, aseguró la mujer.
Al llegar a la vivienda, quien salió fue una pequeña de nueve años, quien le avisó a Rosa de la llegada de este medio.
Ella expresó que en su humilde casa pasa los días junto a sus hijos, y lo único que pide es que alguien se apiade y le done unas hojas zinc, pues ella consigue madera y así puede cambiar el techo para que sus niños no se mojen.
La vivienda estaba forrada hasta cierta altura de zinc. En humildes camitas duermen los menores y una de las principales necesidades es la alimentación. “Mi esposo trabaja en Colón como ayudante de carga y solo viene cada 15 días, pues el dinero no le alcanza”, aseguró Rosa.
Maestras de la escuela Victoriano Lorenzo afirmaron que la situación de la familia Rodríguez es crítica, pues son los niños quienes sufren la ausencia de un padre. “Uno de los niños acude al salón para niños especiales, pues le hace falta más atención en el hogar”, dijo la directora.