Al lugar de los hechos llegó el Benemérito Cuerpo de Bomberos para evitar que el fuego se expandiera.
La mañana de ayer, Darwing Vargas, dueño del apartamento incendiado, buscaba entre los escombros algo que se pudiera salvar. Aparentemente un cortocircuito acabó con lo que fue por más de 10 años el hogar de Darwing, sus cuatro hijos y su esposa.