En este pequeño país, muchas son las personas que toman un taxi para desplazarse. Esta actividad puede costarle caro, si no presta atención a varios detalles. Tenga en cuenta que muchas veces, en este medio existen muchos peligros que usted ignora. Para evitar un dolor de cabeza, la Policía Nacional le da algunas recomendaciones a la hora de abordar un taxi.
Al subirse, pregúntele cuánto cuesta el viaje. Si cree que es muy costoso, hágalo saber y pregúntele el porqué. No permita que el taxista recoja más pasajeros; además de demorar, puede correr peligro. Si nota que el taxista se desvía de la ruta indicada, pregúntele qué hace. Es recomendable que las damas se sienten en la parte trasera. No permita que el taxista haga diligencias personales; usted está pagando por un servicio. Si viaja sola (o), memorice el número de la placa, la marca y color del taxi, también el rostro. Si se dirige a un lugar peligroso, póngale seguro a las puertas del taxi. Antes de subir, cerciórese de que en el maletero no haya una persona escondida. Elija los que sean de cuatro puertas. Al cerrar la puerta del taxi, ábrala nuevamente para verificar que no se encuentre trabada. Indíquele al chofer la ruta a seguir y no deje que la lleve por calles desconocidas. Manténgase alerta durante el viaje. Siéntese detrás del chofer. Es el lugar más seguro, le será más difícil atacarla, en caso de querer hacerlo. Prefiera los que tengan número de registro de taxi y placa del vehículo.
DEBER DE LOS PASAJEROS
A la hora de tomar un taxi, tenga dinero en sencillo. Puede ocasionar problema. Sepa la dirección exacta adonde se dirige. Ahorrará tiempo, dinero y gasolina al taxista. Esté pendiente de sus pertenencias, muchas veces, por descuido, las deja en el vehículo.
Queja llame los teléfonos de emergencias 104, 511-7000 y las líneas calientes 511-9308, 511-9309.
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