Dios es su fortaleza. Gilberto Atencio es sargento de la Policía Nacional, pero hace diez años, mientras formaba parte de la Unidad de Control de Multitudes recibió el llamado de Dios, por lo que también es pastor.

Él pertenece al grupo de Prevención de los Policías Cristianos y es el pastor de la iglesia Monte Gerizim, ubicada entre las multis de San Joaquín.

Aunque parezca contradictorio, a pesar de que a Gilberto le asesinaron un hermano en una parada de San Joaquín. "Me toca a mí predicarle del amor, del perdón, de la misericordia porque a esto fue a lo que Dios me trajo", dijo, pues asegura que su misión es como de sociólogo, pues no mete preso a nadie.

Hace cinco años que tiene la iglesia, pues primero empezó predicando por las calles y luego le brindaron la oportunidad de habilitar lo que fue las instalaciones del cuartel de Policías.

Somos una fundación sin fines de lucro y estamos acá para apoyar a los jóvenes del barrio. Los martes, viernes y domingo hacen los cultos donde participa la comunidad los sábados tienen ayunos.

Atencio trabaja de lleno en la prevención de los jóvenes que están en riesgo social, pues admite que lidiar con las pandillas es más difícil, pues además requieren desde desintoxicación hasta ayuda psicológica.

El sargento se siente satisfecho, porque asegura que han tenido mucha aceptación de parte de la comunidad. Y en cuanto a qué pasó con el joven que asesinó a su hermano en 1990 dijo que "me tocó abrazarlo, conversé con él y nos hicimos amigos incluso. Ya él falleció en esta ola de violencia y es que eso es lo que queremos prevenir, que jóvenes pierdan la vida en esa situación".

LO APOYAN

La familia de Atencio, desde su esposa, madre e hijos lo apoyan con su misión en San Joaquín.