
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINT? MORENO
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINT? MORENO
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINT? MORENO
Local de Benildo
Trabajos hechos a mano
Trajes indígenas
Se concentra en su faena.
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Local de Benildo
Trabajos hechos a mano
Trajes indígenas
Se concentra en su faena.
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Local de Benildo
Trabajos hechos a mano
Trajes indígenas
Se concentra en su faena.
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Local de Benildo
Trabajos hechos a mano
Trajes indígenas
Se concentra en su faena.
Son ocho años que Benildo tiene su puesto en San Felipe.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Local de Benildo
Trabajos hechos a mano
Trajes indígenas
Se concentra en su faena.
Oriundo de la comarca de Guna Yala es Ávila, quien desde los 12 años llegó a Tocumen para trabajar y ganar dinero, de ese modo enviársela a su familia que permanecía en la región indígena.
Aunque este personaje no pudo terminar sus estudios secundarios, pues solo llegó hasta II año por el poco recurso económico que tenía su familia, se puede percibir en él una gran inteligencia y destreza en las artesanías.
Benildo nació el 17 de febrero de 1985 y recuerda los hermosos días que vivió en su natal comarca donde, a través de sus padres, aprendió a confeccionar diversos trabajos artesanales.
En la actualidad está casado con Liza Fernández, tiene un hijo de cinco años y reside en Calidonia, su esposa lo ayuda con el puesto de venta que tiene en el parque Catedral de San Felipe, de forma que ella confecciona las molas y trajes indígenas, que son el atractivo de los turistas.
Desde las 9:00 a.m., está este hombre vendiendo sus artesanías compuestas por pulseras, bolsos, molas, trajes, maracas, collares, máscaras, adornos, entre otros.
Los precios de sus productos van desde los dos dólares hacia adelante, ya son ocho años que lleva teniendo su propio local.
Con el dinero que obtiene de las ventas en las artesanías, Benildo logra sustentar a su familia y a la vez pagarle al municipio sus impuestos, ya que no le gusta deberle a nadie.
Entre sus proyectos están tener un gran establecimiento artesanal donde se vendan productos realizados por gente de su comarca.