Todavía no lo pueden creer, el más grande representante del fútbol mundial por fuera de la final.

Brasil, el máximo favorito al título del primer Mundial de Fútbol Playa de la FIFA, y Romario, su más promocionada atracción, encallaron ayer en la arena de Copacabana ante una implacable selección de Portugal que se clasificó para una final inesperada contra Francia hoy.

Brasileños y portugueses empataron 5-5 en el tiempo reglamentario y en la prórroga de tres minutos pactaron nuevas tablas (1-1), lo que forzó la definición del segundo partido de la semifinal en una tanda de penaltis, que los europeos ganaron por 2-1.

Horas antes, en el mismo escenario montado en la playa turística del barrio Copacabana, en el sur de Río de Janeiro, la selección de Francia había dado fácil cuenta de Japón (4-1) para matricularse en la final, que se disputará hoy a partir de las 11.00 horas (14.00 GMT).

La derrota de los brasileños en la considerada "final adelantada" del Mundial resultó un auténtico "Copacabanazo", pues los 8.000 ruidosos asistentes que se preparaban para una nueva celebración salieron frustrados, en silencio, mientras en la arena varios de los jugadores permanecían inmóviles, afectados por el llanto.

CAMPEON

La primera edición del Mundial de la FIFA tendrá un campeón europeo en Río de Janeiro.

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