Una ayuda del cielo. Francia y su hijo Eduardo Daniel Macre, de un año y siete meses, estaban felices al recibir las llaves de su nueva casa en el sector de El Esfuerzo, en Torrijos Carter de San Miguelito.

Francia recordó que Eduardo enfermó, cuando tenía meses, a causa de una bacteria meningococcemia de tipo C, la que se alojó en las extremidades de su cuerpo, y que después tuvieron que amputárselas. La vida para esta madre no es fácil, pero expresó que jamás desmayará, pues sabe que tiene que luchar por su bebé. Y es que ellos se preparan para viajar mañana al extranjero, porque a través del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), una fundación le colocará prótesis en las piernas y en los brazos a Eduardito.

Mientras que, Diego González, de 11 años, recibió una silla de ruedas para su mejor movilidad. Este niño cursa el quinto grado y a pesar de su malformación congénita no se da por vencido, pues tiene claro que cuando sea grande quiere ser ingeniero en Computación.

Diego antes se movilizaba por medio de un bastón y una muleta. Al momento que DIAaDIA lo vio, ya estaba utilizando su silla y era supervisado por su padre.