
Practique regularmente ejercicios de gimnasia respiratoria para favorecer la movilidad del diafragma.
Evite ambientes con humo o con polvo en suspensión.
Procure realizar un calentamiento vocal antes de realizar un uso continuado de la voz (previo a las clases).
No hable en ambientes ruidosos o con fuerte climatización (aire acondicionado).
Respete el descanso nocturno alrededor de 7-9 horas.
Es mejor no hablar durante el ejercicio físico, especialmente si es intenso, ya que el organismo da prioridad a la respiración para captar oxígeno que a una buena respiración fónica; además, la tensión muscular incrementa de forma general (este aspecto debe ser considerado especialmente por los maestros de educación física).
Evite discusiones o conversaciones animadas ya que aumentan la intensidad de la voz, su frecuencia y el tiempo de fonación. A esto se añade el incremento de la tensión muscular en la región del cuello.
Lo ideal es no consumir tabaco, alcohol y alimentos picantes, así como caramelos mentolados o similares, ya que resecan la mucosa que lubrica las cuerdas vocales.
Otros tips para poner en práctica
Procure hablar de forma pausada para evitar utilizar el aire residual.
No tomen líquidos muy fríos ni muy calientes.
Se recomienda beber de 2 a 3 litros de agua al día, de forma pausada para mejorar la lubricación de las cuerdas vocales.