Déjala secar

Redacción | DIAaDIA

M@@ ariana le prestó su nuevo juego de té a su amiga Julia, mientras se iba de paseo con su mamá. Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado en el suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta, Mariana quería ir a reclamarle a su amiga, pero su madre cariñosamente le dijo:

Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido, pero tu abuelita no te dejó. ¿Recuerdas lo que dijo tu abuela?

Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después, sería más fácil de quitar.

Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.

Un rato después, sonó el timbre de la puerta. Era Julia, con una caja en las manos, y ella dijo: Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle que a menudo nos molesta? Él destruyó el regalo que me habías prestado, porque no lo dejé jugar conmigo. Cuando le conté a mi madre, ella preocupada me llevó a comprar otro igualito. ¡Espero que no estés enojada conmigo!

Nunca reacciones mientras sientas ira. La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás. Deja la ira secar.

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