Una cancha de baloncesto localizada en la comunidad de Arraiján, diagonal a la iglesia Nicolás De Bari, se encuentra en ruinas y convertida en un depósito de basura.

La contaminación ambiental se evidencia con los malos olores que se sienten en el área deportiva, aparte la fachada requiere de mantenimiento, igualmente los sanitarios que tienen una desagradable apariencia.

El mal estado de la cancha ha sido motivo de críticas de los residentes, preocupados por el abandono en que se encuentra el único complejo deportivo del centro del corregimiento de Arraiján Cabecera.

Según Mario Govea, diariamente, junto a sus amigos, utiliza la cancha para recrearse, lo preocupante es que cada día está más deteriorada por la cantidad de basura que se acumula.

"Cuando llueve intensamente, los recipientes de la basura son un perfecto criadero de mosquitos, por ello se requiere urgentemente la rehabilitación y mejoras, pero sobre todo que se le brinde un mantenimiento adecuado", dijo.

En el lugar se realizan toda clase de actividades deportivas, incluso bailables, pero los organizadores de los eventos se despreocupan y no contribuyen en la limpieza del área recreativa.