Como un gravísimo error catalogó la Defensoría del Pueblo el otorgamiento de permisos por parte del Estado panameño para establecer proyectos habitacionales en las áreas revertidas de Clayton.
En declaraciones recientes, se explica que esta entidad, en más de una ocasión notificó al Estado Nacional su disconformidad con la construcción de viviendas residenciales, porque aseguran que afecta la gran variedad de flora, fauna y especies en vías de extinción, como armadillo, venado corzo, iguana verde, entre otros.
"Un serio impacto negativo repercute en el Parque Nacional Soberanía y Metropolitano, puesto que nos estamos exponiendo seriamente a perder definitivamente nuestro patrimonio histórico", asegura la institución.
Manifiesta también que es irrelevante esta decisión del Gobierno, cuando existen muchas otras zonas aledañas al Camino de Cruces, como las áreas revertidas administradas por la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI).
El Camino de Cruces, creado en 1992, garantiza el flujo ininterrumpido de especies entre ambos parques, y al mismo tiempo cierra el corredor natural que protege la orilla Este del Canal de Panamá y asegura su mantenimiento.
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