La muerte del niño Saúl Esteban Ramos por una picadura de alacrán, el pasado sábado, ha generado una polémica en las entidades de salud pública, pues faltó el antídoto que le pudo salvar la vida. ¿Qué pasó con ese desabastecimiento?

La Dra. Eira Ruiz, de la división metropolitana de provisión del Ministerio de Salud (MINSA), aclaró que cada institución compra sus sueros, por lo que no se puede considerar al MINSA el responsable de suplir del antídoto a la Caja de Seguro Social. Ruiz explicó que el MINSA cuenta con un departamento de contingencia, habilitado las 24 horas para suplir en desastres o casos de emergencia, si se da el caso de que algún centro hospitalario quede sin algún producto médico. "Siempre ha habido coordinación entre ambos, por lo que estas cosas no deben suceder; sin embargo, en este caso, nunca se solicitó suero antialacrán al MINSA", dijo Ruiz.

Por su parte, Alejandro Martínez, director médico del Hospital de Especialidades Pediátricas de la CSS, expresó que los sueros para contrarrestar las picaduras de alimañas como alacrán y otros insectos, no están incluidos en el listado oficial de medicamentos, "por lo tanto, la institución no lo puede comprar". Martínez admitió que en el caso de este niño, la institución no contaba con el antídoto, pero que al momento de conocerse la situación, se activó una cadena interhospitalaria para obtener el suero. De los centros hospitalarios a los que fue solicitado, el Hospital Santo Tomás y el Hospital del Niño, sólo este último contaba con dos ampollas del suero, pero estaban vencidas.

APOYO

En el salón de belleza Eli Luis, en Plaza Tocumen, hay una alcancía para sufragar los costos del sepelio del menor.