“Nosotros ‘tamos trabajando, y ahí vamos echando pa’lante poquito a poquito, y los cosas que nos dan, los colchones y demás, bien recibidos son”, dijo Xiomara, mientras terminaba de sacar el lodo y el agua sucia de su casa, que mantiene en sus paredes las huellas de la inundación que durante nueve días la invadió.
Residentes de la 9 de Enero sacaron ayer lo que una vez fueron sus muebles y enseres. Los camiones de basura tuvieron que hacer varios viajes para desechar los desperdicios. Las casas estaban como nuevas, sin nada por dentro, sólo que con un olor fétido debido a la humedad y a las aguas negras.
Hoy, los afectados tendrán una reunión con el Ministerio de Vivienda para determinar los daños y evaluar, pues aún están a la espera del informe de los técnicos, que determinarán si pueden o no continuar viviendo allí.
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