"La publicidad comercial y el consumismo son inconciliables con la supervivencia de la especie. Háganse todos los cálculos posibles y se verá que los recursos naturales, el espacio, el clima, el tiempo y el sistema, al paso y en la dirección que llevan, no pueden arrojar otro resultado." Fidel Castro Ruz.
Desde el espacio estelar nuestro planeta se aprecia azul y adornado de nubes, ello es así por la gran cantidad de agua, que forma los océanos y las masas de nubes. Es muy poco probable, por no decir imposible, que el agua desaparezca como par arte de magia de la tierra, así que ese no es el problema.
Millones de millones de millones de litros no podrían escapar al espacio exterior, ni filtrarse por la corteza terrestre y desaparecer en el centro de la Tierra. Eso es totalmente imposible. Ni en la peor de las pesadillas se podría dar tal evento. Sin embargo, a pesar de lo imposible que es que desaparezca el preciado líquido. Si podemos morir de sed.
¿Cómo? Ya hemos dicho que la desaparición física del agua no es un problema que se pueda dar. Entonces, ¿en dónde estriba el inconveniente? El embarazo está en la disponibilidad de agua potable, de agua fresca, del agua para beber. Sí. Sí. Sí. Y tres veces más sí. Sí es posible que el agua disponible deje de ser potable.
La industrialización del planeta con su respectiva contaminación; el derrame de aceites, desde el petróleo hasta el de cocina; y la ausencia de planes de urbanización sostenibles pueden poner en peligro nuestro siguiente trago de agua potable. Mejor dicho, ya lo están poniendo en peligro.
Hoy hay que convertirse en guardianes de las fuentes de agua fresca. Hoy tenemos que detener la contaminación, hay que dejar de tirar basura pues ella tarde o temprano llega a los ríos. Y sobre todo, hoy hay que dejar de desperdiciar el agua potable, pues cada litro desperdiciado es un paso que nos acerca más a la muerte de nuestra civilización y de la humanidad.