Muchos padres tienden a pensar que todos los niños inquietos son hiperactivos, cometiendo en muchas ocasiones un error. Para que esto no le pase, aprenda a identificar este problema.
A este tipo de comportamiento se le denomina el Trastorno de Déficit de Atención. Los más pequeños tienden a correr o trepar de una forma exagerada, y los más mayores son niños inquietos y nerviosos, ya que no canalizan esa hiperactividad de una forma organizada.
SINTOMAS
No saben organizar sus tareas, y da la impresión de que no escuchan cuando se les dan instrucciones. Son muy distraídos, ponen su atención en cualquier cosa mientras se les habla. Es frecuente que los trabajos que hacen sean descuidados, porque son demasiado impulsivos. Tienen dificultades para esperar que les toque el turno si participan en actividades con más niños. Es común que no obedezcan las órdenes o que no hagan las tareas que se les pide. No son capaces de mantenerse jugando al mismo tiempo que los compañeros de su misma edad, se aburren y quieren empezar juegos nuevos.
CONSEJO
Si no se trata al niño correctamente, puede sufrir un retraso escolar muy difícil de superar. Es importante que los padres busquen asesoría médica.
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