Parece que Marc Anthony no está dispuesto a perder a sus hijos por ningún motivo, y parece que no le interesa que Jennifer López esté haciendo berrinches por oficializar su romance.
No es cuento, el cantante dijo que su divorcio es un proceso muy complicado, con muchos dólares de por medio, y la custodia de sus hijos es lo que más desearía. Por eso actúa como un fantasma o como un cobarde, como se dice.
Lo cierto es que Jennifer tendrá que tragarse toda su desesperación, y deberá esperar hasta que Marc le diga "sí podemos". ¡Eso le pasa por jugar con Ben!
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