La noche era tibia, el taxi pirata en el que viajaba le mostraba un paisaje conocido, el de su natal Chepo, por esa razón cerró sus ojos y se puso a escuchar las baladas románticas que escapaban de la radio.
Del otro lado de la ciudad, comunicadores de medios nacionales e internacionales esperaban que se diera el primer veredicto sobre quiénes serían los ganadores del certamen nacional de Periodismo, del Fórum de Periodistas. El reloj marcaba las nueve de la noche.
En ese momento Yelena Rodríguez, ya a la altura de Tanara, observó que en su móvil le dejaron un extraño mensaje: ¿Cómo es que te ganas un premio y no lo vas a retirar? Al principio lo tomó en broma, pero una lluvia de llamadas mayor de la que se dio el pasado sábado le llevó a la feliz realidad: Había sido la ganadora en la categoría "Temas de la Infancia y Derechos de la Niñez" en este prestigioso concurso.
El reportaje había sido publicado en DIAaDIA el 13 de octubre del 2003. Yelena es una joven de ojos grandes, con voz de violonchelo y pasión por la pluma. A pesar de su corto tiempo en los medios (un año y tres meses), ya se ha hecho acreedora a tres premios de prensa, dos de ellos con el reportaje "Con derecho a soñar", que informa sobre la realidad de muchos niños panameños que deben llevar el sustento a sus hogares, sin que se les dé la oportunidad de una feliz infancia. El otro, titulado "Es bueno el culantro...", en el concurso interno de EPASA.
Señaló la periodista que se decidió por este trabajo después de que llegó a sus manos un reporte de la OIT, que revelaba que hay más de 58 mil infantes laborando en nuestro país.
Indicó que a una noticia se le pone un rostro humano y las cifras toman su real impacto. Para este escrito entrevistó a niños, con quienes conversó, lo que no resultó nada fácil, ya que en muchas ocasiones los padres de los menores estaban observando y, en otras, los niños recalcaban que les gustaba lo que estaban haciendo.
Rodríguez puntualizó que un reportaje no está completo si no presenta soluciones o recomendaciones, por lo que admitió que antes de lanzar una información, primero se pregunta si se encuentra satisfecha con lo que hizo, y si cumple con las funciones primigenias del periodismo, como lo son orientar, informar y educar.
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