Si quiere que sus ventanas de aluminio se mantengan en perfecto estado, debe mantener algunas costumbres de uso y limpieza. De lo contrario, terminarán por estropearse y tendrá que sustituirlas por otras nuevas. Evite los cierres y aperturas violentas. Limpie de forma periódica los carriles de las ventanas correderas, con una bayeta humedecida en agua y jabón neutro.
Revise el estado general de la carpintería metálica, cada cinco años.
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