En una dieta común, usted puede encontrar alimentos variados con acción antitumoral. Por ejemplo, el aceite de oliva por el tirosol; el ajo y la cebolla por los compuestos sulfurados y el brécol por sus betacarotenos e isotiocianatos, son aconsejables.
También, los cereales integrales por la fibra y las vitaminas del Complejo B; la ciruela por la pectina y los cítricos por la Vitamina C.
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