Cuando los recursos son escasos y todas las puertas parecen cerrarse, la esperanza en Dios y el llamado a trabajar en su nombre, son fuerzas de impulso para superar cualquier obstáculo.

Este fue el caso de Elkin Núñez, un dedicado sacerdote de la comunidad de Narganá en Kuna Yala.

Elkin expresó que su trabajo es brindar una orientación y formación religiosa a todas las personas de esta comunidad, manteniendo la misma cultura y tradiciones que siempre han existido.

Comentó que la mayor satisfacción durante sus años de sacerdocio, es el trabajo que realiza con los niños y jóvenes de Kunayala. “Yo trato de ayudar a los pequeños que menos recursos tienen, pues cuando yo era niño, me brindaron ese apoyo y quiero devolver ese gran favor ayudando a los niños de la iglesia para que tengan un mejor futuro”, mencionó.

Este sacerdote, de 38 años, relató que durante su niñez tenía muchas necesidades y fue internado en la Ciudad del Niño, en donde le ayudaron a recibir sus estudios. Una vez culminó con su preparación escolar, Elkin trabajó por varios años en un taller de ebanistería y, de allí, obtenía su sustento y se costeó los gastos para estudiar sacerdocio, ya que sentía el llamado de Dios.

Algo nostálgico, Elkin indicó que recuerda con añoranza sus años de infancia, pues a pesar de las dificultades que afrontaba, hubo muchas personas que le extendieron una mano de apoyo y fueron como una familia para él, pues le brindaron más que una casa, un hogar.

El sacerdote Núñez envía un mensaje a los niños con escasos recursos, les dice que deben estudiar para que puedan obtener un futuro mejor y ser personas de provecho que ayudan a sus familias.

También dedicó un mensaje para todos en general: “No hay que dejarse vencer por los obstáculos, si se tiene a Dios presente, los problemas no deben vencerte”.

PREPARACION

Elkin Núñez recibió su formación sacerdotal en el Seminario Mayor San José.