Enseñe a sus hijos a sembrar. (Foto: Agustín José Herrera / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Es fácil. Para sembrar no hay ciencia. Oriano Bósquez, guardabosque de la ANAM, explicó que todo lo que hay que hacer es conseguir un plantón en viveros donde hay una gran variedad.
Luego de obtener el plantón, se busca un suelo de tierra suelta. Con una pala, se abre un hueco como de 20 a 30 centímetros de profundidad. Antes de enterrarlo, hay que quitar el cartucho en el que viene plantado.
Posteriormente ese plantón se introduce hasta cubrir una parte pequeña del tallo, sin ahogar la planta.
Cuando se introduce el plantón, se sujeta con cuidado para que no se desmorone la tierra que traía en el cartucho y se echa alrededor la otra tierra que se sacó al hacer el hueco, hasta que quede firme.
El guardabosque dijo que la mejor hora para sembrar es entre 7:00 a.m. y 9:00 a.m. porque en este lapso el sol le hace mejor en su proceso de transpiración.
Bósquez recomendó sembrar arbustos, guindas, uvas moradas nacionales y árboles de marañón para las casas, porque este tipo de plantas son fáciles de sembrar y si se mantienen bien podadas, duran una larga temporada.
EL VALOR DE LOS ARBOLES
Absosben dióxido de carbono, que es transformado en substancias nutritivas para la misma planta y el resto de los seres vivos.
Liberan oxígeno como parte de la fotosíntesis.
Con el crecimiento de sus raíces airean la tierra.
Purifican el aire y reducen el calentamiento de la tierra.
Sirven de alimento y refugio a decena de seres vivos, incluyendo el hombre.
Fuente de madera para la construcción.
Dependiendo de la especie, proveen frutas, caucho, corcho, tinturas, fibras, aceite y medicamentos.
El látex se utiliza para fabricar neumáticos, tubos, prendas de vestir, goma y cola.
Símbolo de culturas y civilizaciones.
Atractivo para el turismo y la recreación.
Proveen de sombrar en lugares de alta exposición solar.