
La retirada del videojuego de Beyoncé supuestamente provocó que las acciones de esta compañía bajasen y perdieran millones de dólares. Por lo que despidieron a 70 empleados de la planilla, imposibles de mantener.
Sin embargo, los representantes legales de la cantante sostienen que tenía la opción de retirarse del acuerdo después de descubrir que la compañía de videojuegos no tenía el presupuesto necesario para poder crear el producto que iba a llevar su nombre. ¡Humm!
Pero los argumentos de sus representantes no han hecho que la cosa acabe aquí. Según “The New York Post”, el juez que lleva el caso, Charles Ramos, ha permitido que la demanda siga su curso y que vaya a juicio. El juez alude que la cantante debió avisar con más tiempo a la compañía y no haberla abandonado tres días antes.
Por lo visto, Beyoncé se va a tener que preparar para una batalla legal en la que empieza con desventaja.