La mayoría de los servicios públicos que recibe el panameño común, es pésimo. El transporte es uno de ellos. Por eso, no es extraño recibir llamadas de los residentes de la barriada Villalobos, en Pedregal, por ejemplo, que se quejan de que los busitos de ruta interna están en muy malas condiciones. Si no se les daña una llanta, se les cae la transmisión. Es increíble, dicen, el pésimo servicio que prestan, pero sí son muy eficientes en cobrar por algo que no hacen bien. Los moradores piden a las autoridades del Tránsito que estén pendientes de las condiciones de estos busitos, pues en cualquier momento puede ocurrir una desgracia por las malas condiciones de las unidades. Además, cada vez que uno se daña, hace que sus pasajeros lleguen tarde al trabajo.
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