Un riñón lo salvará
Esta situación es un duro golpe para el esposo de Francia, quien a pesar de contar con un trabajo, no le alcanza para proveerle a su hijo las necesidades más urgentes.

Colaboración Raúl A. Rodríguez H. | DIAaDIA

Unos 165 pacientes entre niños y adultos, están a la espera de un trasplante cadavérico que les permita tener una mejor calidad de vida.

El pequeño Daniel, de tres años, es uno de ellos. Su madre Francia Alvarado admitió que la espera puede demorar años, pero su fe en Dios le dice que lo conseguirá.

EL VACIO DE UNA MADRE

Alvarado contó que esperaba con felicidad el nacimiento de Danielito, su noveno y último hijo, ya que había decidido no tener más. El 15 de enero de 2003, se cumplió ese deseo, pero ocho días después falleció, repentinamente, su hijo José, de 2 años, por insuficiencia renal. Narró que esa enfermedad se la diagnosticaron unos días antes de su muerte y de él sólo recuerda que antes de morir, José estaba hinchado y muy enfermo. Daniel llenó un poco el vacío que dejó su hermano, pero al cumplir un año, empezó a presentar los síntomas que padeció aquél antes de fallecer.

Francia temía que fuera la misma enfermedad que le arrebató a José de su casa y los galenos del Hospital del Niño se lo confirmaron. Daniel tenía insuficiencia renal crónica.

EL DINERO NO ALCANZA

La vida de Francia y su esposo cambió, pues llevar a Daniel a su tratamiento de hemodiálisis, en el Hospital de Especialidades Pediátricas de la Caja de Seguro Social, implica un gasto de B/.4.00 diarios, dinero que sólo alcanza para el pasaje.

Alvarado reveló que viaja con el dinero exacto y éste no alcanza ni para la merienda de Danielito. "A veces, Daniel me pide algo de comer y no se lo puedo comprar. Hay que esperar hasta llegar a casa", agregó.

SACRIFICIOS DE AMOR

Es tanta la entrega de Francia a su hijo, que se considera una doctora, pues sigue las instrucciones médicas al pie de la letra. Expresó que con la hemodiálisis, tratamiento que dura cuatro horas, ya aprendió a manejar la máquina y enfatizó que "aunque llueva, truene o relampaguee debo asistir, de lo contrario, mi hijo no sobrevivirá".

SU ESTADO ES DELICADO

El doctor Ramiro García, quien atiende a Daniel, dijo que este pacientito debe apegarse estrictamente a los tratamientos, de lo contrario, el niño puede debilitarse y fallecer.

El galeno recomendó a Daniel una buena alimentación y que tenga un cuarto de cemento que esté acondicionado para poder aplicarle el tratamiento de diálisis peritoneal en casa, y evitar el traslado diario desde Altos de Miramar en Veracruz hasta la capital.

La casa donde vive Daniel es una mezcla de madera con cemento. Fajardo, su padre, dijo que comenzaron a construir un cuarto para su hijo, pero la falta de dinero no les ha permitido terminarlo. Si logran construirlo, no tendrán que viajar a diario hacia la capital para que Daniel reciba su tratamiento.

DIETA ESPECIAL

Su alimentación es sin sal. En los almuerzos y cenas, debe variar su nutrición. De las frutas, sólo come manzana, pera o piña.

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