El Manchester United, campeón de liga y el Chelsea, ganador de la Copa de la liga, buscarán un doblete para sus vitrinas en la final de la Copa de Inglaterra que tendrá lugar en el nuevo estadio de Wembley, en un encuentro marcado por las bajas y el honor de "estrenar" un escenario de leyenda.

Las complicaciones marcarán el choque entre gigantes inglesas, ya que en el Manchester de Álex Fergusson faltará su carismático capitán Gary Neville, que no se ha recuperado de una lesión en el tobillo, y será sustituido por Wes Brown o John Oshea.

Su rival, el Chelsea, tiene la enfermería a tope y las bajas serán de importancia. No podrán jugar el ucraniano Andrei Shevchenko, ni el alemán Michael Ballack ni el portugués Ricardo Carvalho; en el equipo londinense, se encuentran en duda Arjen Robben, Ashley Cole y John Obi Mikel.

A pesar de las bajas, no faltarán estrellas. Ryan Giggs será el capitán del Manchester, pero las miradas se repartirán entre Wayne Rooney y Cristiano Ronaldo, el jugador de moda del firmamento del fútbol mundial, ambos auténticos emblemas del Manchester.

En el Chelsea, aunque lamentan la ausencia de los grandes fichajes de la temporada, todos confían en sus principales referentes: Lampard y Drogba. Ellos serán los encargados de tirar del equipo en una situación complicada.

HONOR

El encuentro será especial para el conjunto de Old Trafford, ya que en caso de victoria, alcanzaría el duodécimo titulo de Copa de su historia.