Quiso jugar vivo. Una funcionaria de la Fiscalía Primera de la Familia, que tenía tres años de trabajar en esta institución, falsificó su diploma universitario en derecho, que supuestamente había sido obtenido en la Universidad del Istmo.

Las autoridades se dieron cuenta del delito por una llamada anónima, y al comprobar que era cierto, fue retirada de su cargo de Oficial Mayor de Trámites y Expedientes.

Rigoberto González, secretario general del Ministerio Público, manifestó que acaban de iniciar las investigaciones, pero que en los papeles donde ella dice que tiene la idoneidad para ejercer la profesión de abogada, no son verdaderos. Según el informe de la universidad, la mujer sí se matriculó.