Los niños cursan el cuarto grado. (Foto: Elena Valdez /EPASA)
Elena Valdez
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La tragedia tocó a una humilde familia en las montañas de San Carlos. Ayer, el maestro de cuarto grado de la escuela de Chichivalí no pudo asistir a clases, por lo que sus alumnos se quedaron en sus casas. Uno de ellos, de nueve años, jugaba con su primito de 10.
¿El juguete? Una vieja escopeta del abuelo ya fallecido. No tenía balas, pero el pequeño de nueve años recordó dónde estaban. Cargaron el arma y, de repente, se oyó un disparo.
La madre del niño de 10 buscaba agua en una quebrada. Al oír el estruendo corrió hacia la casa y halló a su hijo en un charco de sangre, con una herida en la cabeza.
Inmediatamente, llevó al pequeño al Centro de Salud de El Valle de Antón, de donde lo enviaron al Hospital Aquilino Tejeira, de Penonomé, y luego al Hospital del Niño, en la capital.
Ayer, este medio se trasladó a la lejana comunidad de Chichivalí, adonde se llega por la vía hacia El Valle y luego por un camino de grava. Allí conversó con Agustín Sánchez, padre del niño herido. Él informó que la mamá del pequeño viajó con él a la capital y que los médicos le explicaron que su condición es grave.
Las autoridades del Ministerio Público, de la Fiscalía del Menor y Adolescente, investigan el caso. No se sabe con certeza cómo ocurrieron los hechos, pues los niños estaban solos.