Muchas veces, puede parecer un mal menor que no afecta para nada a quien lo padece, pero que molesta a terceros y resulta, en definitiva, muy perjudicial para las relaciones personales. El mal aliento suele ser insoportable para todos, menos para quien lo padece. La explicación a este hecho radica en que las células nasales, capaces de detectar el olor, acaban por no responder al constante flujo de efluvios fétidos.
¿COMO COMBATIR LA HALITOSIS?
La higiene es la base para eliminar la mayor parte de los casos de mal aliento. Hay que cepillarse los dientes tras cada comida, sin excusa. Acudir al dentista para eliminar el sarro y para descartar cualquier indicio de enfermedad periodontal. Esta es la principal productora de los compuestos sulfatados volátiles.
Pero no sólo hay que cepillarse los dientes, sino también la lengua y las encías.
Utilización del hilo bucal para los espacios interdentales. Es esencial su empleo diario, así como la visita al dentista dos veces al año. También existen rascadores para eliminar las bacterias de la lengua.
No fumar: El tabaco provoca mal aliento y es el principal factor de riesgo.
El consumo del alcohol: Si se bebe, hay que hacerlo con moderación y, si es posible, con alimentos de por medio. Asimismo, hay que reducir el consumo de azúcares y dulces.
Consumir grasas con moderación: En personas con retraso en el vaciado del estómago, pueden producirse ácidos grasos y volátiles, y favorecen el mal aliento. Hay alimentos potencialmente favorecedores de la halitosis, como el ajo o la cebolla.
No permanecer muchas horas sin ingerir alimentos: Es recomendable comer una manzana entre comida y comida. Es importante aumentar el consumo de verduras crudas que ayuden a proteger las encías.
Beba agua para mantener oxigenada la boca y mastique un trozo de limón con cáscara, durante un par de minutos, tras las comidas.
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