Flotando entre las olas del mar, con una pierna menos y varios hematomas en su cuerpo. Así visualizó el seguridad Jaime Javier Gutiérrez un feto en la Bahía de Panamá, frente a la Embajada Británica, mientras estaba esperando un bus para dirigirse al sector de Panamá Viejo ayer.

"Ya estaba impaciente, y por curiosidad me dio por mirar el mar y vi al niño. Al instante quedé frío", contó Gutiérrez. Este macabro hallazgo fue aproximadamente a las 10:30 a.m., y una vez se confirmó que se trataba de un ser indefenso se alertó a las autoridades.

Fue el agente Luis Miranda quien se atrevió a hacer maromas para sacar el pequeño cuerpo de las pestilentes y contaminadas aguas de la bahía; sin embargo, se tuvo que mojar el uniforme para lograr su objetivo. Según fuentes oficiales, este feto tenía 17 centímetros de largo, con más de 20 semanas de gestación. El sexo de la criatura no se pudo determinar, ya que al niño le faltaba una pierna, y se presume que animales marinos comieron parte de él.

DESALMADAS

Van dos casos seguidos de madres que atentan contra sus hijos. Por suerte, Carlos Arturo, el niño rescatado de la letrina, se salvó.

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