Fue la que instituyó los primeros cimientos de lo que hoy es la escuela primaria de Santa Fe de Veraguas.

María Rivera de Vernaza, a sus 90 años, recuerda con gran entusiasmo todo el trabajo que realizó en esta comunidad y las dificultades que afrontó para ver cumplidas sus metas.

Cuenta que una vez culminó con sus estudios en la provincia de Panamá, su deseo de ejercer la docencia en el interior de la república, la llevó hasta el pueblo de Santa Fe para unirse a su hermano y establecer la primera escuela primaria de esta comunidad.

"Comenzamos a trabajar en una escuelita de quincha, solamente con dos aulas, y era muy complicado, ya que los padres no obligaban a sus hijos a asistir a las clases y teníamos que ir a buscarlos hasta sus casas", comentó.

Otra gran dificultad que afrontaban era el mal estado de la escuela, que poco a poco se iba deteriorando hasta que se hizo imposible dictar clases.

La Sra. María relató que por un tiempo, tuvieron que impartir las clases en distintas casas del área, hasta que ella incitó a los estudiantes para que escribieran una carta pidiendo a las autoridades que se construyera una escuela.

Esta aguerrida maestra realizó el viaje hasta Panamá, representando a los padres de familia y maestras, para exigir una respuesta positiva y el Ministerio de Educación la escuchó.

Con la ayuda del Gobierno y de la gran voluntad que había en la comunidad, se levantó una escuela de 10 aulas y María terminó siendo la directora.

Unos 28 años en total, dedicó Rivera al trabajo en esta escuela, sirviendo también como vocera, inculcando el interés en los padres para que sus hijos estudien. "La mejor herencia que un padre le puede dejar a sus hijos son los estudios, ya que lo material tarde o temprano se pierde", dijo.

SALUD

La Sra. María también brindaba servicios de medicina a la comunidad.