La mexicana Alejandra Guzmán debe ir preparándose, porque lo que le viene es grande. Les cuento que una empresa promotora de conciertos demandó a la cantante y a un representante, bajo el argumento de que cancelaron un concierto previsto para el 16 de junio en el sur de California.
¿Cómo? Sí, la empresa llamada Regional Music Inc. informó que había depositado 28 mil 650 dólares a la cuenta de Julio G. Esparza y de su empresa Esparza Entertainment, con sede en Houston, para garantizar que Guzmán se presentaría en el Pico Rivera Sports Arena, de acuerdo con la demanda presentada el viernes en el tribunal superior del condado de Los Ángeles.
La demanda explicó que Esparza informó el martes que Guzmán había decidido no presentarse en esa fecha.
Regional Music alega que gastó 120 mil dólares en publicidad, boletos, hospedaje y otros conceptos. Añadió que adeuda también dinero, por el arrendamiento de la sede del concierto y por la contratación de otro personal que aparecería en escena.
La demanda señala que Guzmán y Esparza incurrieron en incumplimiento de contrato, fraude y enriquecimiento ilícito, y exige una indemnización de al menos medio millón de dólares. ¡Madre santa!
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