Pacora: tierra de gente trabajadora
En algunas ocasiones Manuel recibe ayuda. (Foto: Miguel Cavalli, Jesús Simmons y Franklyn Robinson / EPASA)

Kathyria Caicedo | DIAaDIA

Las calles de Pacora son de su propiedad. A cualquier extraño, le sorprendería ver como Manuel domina a la perfección cada curva y recoveco de este pueblo. Es más, al verlo me asusté, puesto que me impresioné, ya que casi se lo lleva un carro, pero lo esquivó como todo un experto. Sin miedo y en su silla de ruedas, este chico de 24 años enfrenta la vida.

Recorriendo el pintoresco Pacora, lo descubrimos. Desde hace cuatro años recibió un tiro y la bala aún permanece en su columna, no obstante, él ha aprendido a vivir con su discapacidad e incluso trabaja.

El quehacer de Manuel no es diferente al de cualquier pacoreño, ya que como todos busca el sustento para su familia. Antes del incidente, este joven se dedicaba a camaronear, a veces en la construcción. Ahora tiene la oportunidad de contar con un empleo que cualquiera envidiaría, pues ostenta el cargo de jefe del almacén de la fábrica de bloques, que abrió la Junta Comunal.

Su día comienza a las 7 de la mañana, verificando que cada pedido contenga la cantidad correcta, que haya material suficiente y demás. Al terminar sus labores, Manuel regresa a casa para compartir con su madre. Otra fuente de inspiración para él, son sus dos hijas.

Con el mismo afán de Manuel, la comunidad de Pacora ha procurado salir adelante, durante los 425 años que tiene de existir.

ALGO DE HISTORIA

Este corregimiento fue fundado un 30 de mayo de 1582. Sus primeros pobladores fueron unos 200 negros, que entraron al Istmo por la corona española. Los cimarrones esclavos se alzaron, al lograr un acuerdo de paz, se les permitió establecerse en esta comunidad.

Según el último censo de población, en Pacora habitan 33,427 hombres y 28,122 mujeres, en otras palabras 61,549 personas, es catalogado uno de los corregimientos más habitados de la provincia de Panamá.

Poco a poco fueron invadiendo los terrenos y la comunidad ha ido creciendo desde entonces.

LA TIERRA DEL BOLLO

¡Viva el maíz nuevo! Si La Chorrera se conoce como la tierra del bollo preña'o, entonces Pacora es la cuna del bollo de maíz nuevo y varios de sus pobladores están de acuerdo con eso. Uno no ha hecho ni entrar a este pueblo cuando la boca se le hace agua, sólo de imaginarse tener un trozo de bollo calientito.

En los patios de las casas se han instalado los fogones y el molino para las tareas diarias. Para Mariela Guerrero, quien ya tiene 15 años de estar cocinando bollo, la tarea empieza a las 4: 00 de la mañana, con la molienda del maíz.

Comenta que ahora el negocio ha bajado un poco, con lo del aumento del ciento de maíz, puesto que antes costaba de 5 ó 6 dólares y ahora está a 11 balboas, sin embargo da para el sustento diario. Cada bollo se vende a 50 centavos. Otro factor que tampoco ha afectado las ventas es la proliferación de puntos de elaboración del bollo.

Comenta que el viernes sólo lograron mandar 400 bollos para la ciudad y eran pocos, pues, por lo regular son hasta 600 y se venden todos. Doña Mariela cuenta que ella tiene sus clientes. Agrega que los domingos, su casa se llena de gente buscando bollo, y aparte se mandan para Panamá. Aunado a eso, Mariela recibe pedidos, pueden ser de 50, 100 y a veces hasta 200 bollos.

Este negocio es familiar, ya que los 15 años que la señora Mariela tiene haciendo bollos lo ha hecho junto a su cuñada, Cristobalina de Guerrero. A veces, una hace la tanda de bollo, en otras lo hacen juntas y de esa misma manera se dividen las ganancias.

¿Qué necesita un bollo para ser perfecto? Como toda una experta en cocina, Mariela no soltó su secreto, agregó "uno no puede estar hablando esas cosas", pero sí dijo que no puede faltar el maíz, la leche, la mantequilla y por supuesto su punto de dulce.

Ya sabe cuando visite Pacora no se vayan sin su bollo.

SUS CARENCIAS

Como cualquier otro lugar, Pacora no está exento de deficiencias y necesidades. Al entrar al pueblo, se reflejan varias de ellas, como es la falta de recolección de basura o más bien la demora. Algunas calles aún no han sido asfaltadas y el abandono de algunos terrrenos es notable. Asimismo, la falta de veredas, que obliga a las personas a transitar en la calle.

Otra factor importante es la falta de actividades y lugares de recreación para alejar a los jóvenes del ocio, así lo revelaron varios moradores.

El corregimiento de Pacora comprende varias comunidades como es el caso de Malengue, donde varias personas se encuentran luchando por obtener un terreno. Las vías de acceso también deben ser mejoradas, como el puente que conduce de San Martín a Malengue, el cual está siendo rehabilitado, sin embargo, las reparaciones han demorado un poco, mientras tanto, lo difícil del tránsito es notorio.

EL REGALO: UN PARQUE

Un terreno baldío utilizado por los malhechores para hacer sus diabluras está siendo rehabilitado para convertirlo en un parque infantil, que debe ser inaugurado el mismo día del aniversario, el próximo 30 de mayo.

Un dato curioso de la construcción de este parque es que parte del personal que está trabajando son reclusos del Centro Penitenciario La Joyita. Cada uno de ellos por dos días de trabajo, recibirán un día de rebaja en su pena.

Igualmente, se pretende construir una piscina, pues según nos comenta Marcial Flores, asistente del representante, buena parte de los pacoreños no saben nadar. Con todo y la existencia de los ríos. ¿La razón? El nivel del agua sólo llega a las rodillas, impidiendo el aprender a nadar.

Con todo y sus limitaciones Pacora promete seguir creciendo, su gente así lo demuestra.

LA CELEBRACION

Para celebrar por todo lo alto los 425 aniversario de Pacora se han organizado varias actividades como: encuentro de cantores, feria interinstitucional, escogencia de la reina y presentación de varias bandas.

Ese mismo día estrenarán el parque de la comunidad.

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