Aunque el dinero es importante, definitivamente no es lo que lo mueve a este personaje. Ariel Antonio Garay es uno de los más famosos en Torrijos Carter - San Miguelito, por su buen toque culinario.
Es domingo y su casa está repleta de visitas, él casi no ha dormido. El día anterior tuvo que trabajar duro, pues tira concreto y otras fuertes labores para la empresa "Transcaribe", en la que labora desde hace siete años.
Todos los domingos, desde hace más de ocho años, convierte su terraza en un restaurante, donde con tan sólo tres dólares sus visitantes pueden degustar de un delicioso plato de mariscos. Aquí el plato es completo y en cualquier otro lugar su costo sería carísimo. "No me importa la plata, esto es un 'hobby'. Para mí lo más importante no es vender un plato, sino que la gente se sienta bien", manifestó. DIAaDIA pudo conocer que dominicalmente Ariel Antonio Garay vende más de 200 platos de comida.
Asegura que le han propuesto varias veces montar un restaurante, pero ama sus dos trabajos. No sólo eso, ya que le da mucha tristeza dejar a la gente a la que le ha cocinado por tanto tiempo en el barrio. "El pobre para comerse un buen plato de mariscos tiene que esperar hasta la quincena, aquí puede venir, lo atiendo bien y si no le alcanza, lo ayudó", dijo con esa voz amable que lo caracteriza. La gente lo adora, a tal punto que hasta personas del extranjero llegan a visitarlo y disfrutar de sus platos. Otros de sus grandes clientes son los policías, políticos y abogados.
Según Ariel, aunque ponga otro negocio no va a dejar de cocinar los domingos en su casa, ya que ese fue su "kinder" y no los va a abandonar.
AMOR POR LA COCINA
Su gran pasión por los mariscos y la cocina no nació de un día para otro, sino desde muy niño en las calles de Bocas del Toro. En medio del olor a curry, recordó a su abuela, su gran maestra; fue ella quien le enseñó a hacer bon, janicake y los deliciosos platos que hoy le brinda al público. Asegura que a los 10 años aprendió a cocinar y le gustaba impresionar a sus familiares que venían de la capital a la isla. Pasaron los años y se ganó una beca para estudiar en la ciudad, su primer año los hizo en el Instituto Istmeño y luego se cambió a la Escuela Náutica, donde se graduó en el nivel medio "Cámara y cocina". Allí aprendió la higiene de la cocina y también de lo que trabajaría años más tarde, de cocinero en barcos pesqueros.
"Este hombre es maravilloso" , aseguró uno de sus clientes que esperaba feliz de la vida por un plato, y que sin imaginarlo le convirtió la mesa en un buffette de mariscos, donde podía degustar de todo un poquito. Se acaba el domingo, son las 10:00 de la noche y todavía Ariel Antonio Garay no se ha acostado, sus clientes lo siguen llamando. Ellos van hasta su casa con el fin de encontrar un plato de comida, que esta vez le tocará realizar, porque la comida del día hace rato se acabó.
¿Qué cuando descansa? con una sonrisa nos aseguró que el día que se muera.
ACLAMADO
Ariel Garay afirma que le gusta complacer al cliente, por lo que a veces prepara cinco platos diferentes.