En eso precisamente se ha convertido Alejandra Guzmán. Y no es broma, pues a raíz del intento de secuestro de su hija Frida, Alejandra ha decidido intensificar su seguridad, por lo que ahora en adelante andará armada. ¡Po, po!

Imagínense que la Guzmán le pidió a Enrique, su papi, que le ayudara a conseguir el arma y él no demoró en hacerlo, aunque en un principio no estuvo de acuerdo. La pistola es para su chofer, a fin de que proteja de forma efectiva a su nieta, mayor tesoro de la cantante.

Desde la semana pasada, cuando se suscitó el intento de secuestro, múltiples han sido las declaraciones de Alejandra. En ellas maldice a todos los delincuentes y también aseguró que se mudará de México, cosa que Enrique Guzmán, su padre, cataloga como exageradas. Aun así, Ale anda con un humor de perros tratando de buscar en los Estados Unidos casa y también aumentando los métodos de seguridad, como es la recién adquirida pistola.

Pero quién le asegura a Alejandra que esa pistola será capaz de salvarla a ella o su hija.

¿Quién sabe?

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