Estos son algunos de los primeros síntomas que le indican que un adulto puede estar padeciendo o próximo a sufrir de esta enfermedad: Somnolencia diurna que le hace dormirse mientras trabaja o maneja. Cansancio en la mañana al despertar. Levantarse con dolor de cabeza. Deja de respirar, ronquidos frecuentes.

Mientras que en los niños se destaca: Inquietud en la cama, ronquidos constantes, dificultades para respirar mientras duerme, sueño inquieto o se levanta a menudo, crecimiento menor que el resto de los niños y no tiene somnolencia durante el día, como en el caso de los adultos.

El doctor Moreno recomienda como primer paso, consultar al médico de cabecera, ya que si no se atiene el problema, las personas podrían terminar sufriendo de infartos, depresión y en último caso una muerte temprana.