"Yo soy la Rosa de Sarón ... Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas." Cantares 2:1-2
Finalmente, Alicia había despejado un espacio en su jardín para plantar rosas, lo que había sido su sueño de muchos años. Mientras miraba un catálogo de rosas, suspiró ante la magnitud de su elección. Como una lista de Navidad, pensó. ¿Cuáles elijo? ¿Una rosa blanca, llamada John F. Kennedy, una grande y rosada llamada Peggy Lee, una roja, o la delicada reina Elizabeth?
Alicia cerró los ojos para pensar profundamente. De repente, tuvo una idea: Voy a plantar mi propio jardín de celebridades. Al día siguiente, salió a comprar una docena de rosales que daban rosas de todos los colores y tamaños. Esa semana trabajó mucho plantando con mucho cuidado cada rosal.
Finalmente, terminó su tarea y decidió dar una fiesta, invitando a sus amigas para celebrar su jardín de celebridades. Imagínate la sorpresa de sus amigas cuando Alicia fue dando el nombre de las celebridades que le había dado a cada rosal. Una por una, ellas fueron leyendo sus propios nombres al lado de cada rosal. Las celebridades en el jardín de Alicia eran sus amigas. Pero, en medio del fragante jardín, una pequeña rosa seguía siendo un misterio. Alicia descubrió la tarjeta que decía: "Rosa de Sarón. Esta es el amor de mi vida y todo lo demás gira en torno a Él."
Miles de "celebridades" reclaman nuestro tiempo y nuestra atención. Las relaciones, al igual que un saludable jardín, necesitan grandes dosis de amor y afirmación.