¡Puños! Ya lo he escrito: no me gusta el boxeo por violento, sin embargo, aquí mismo he opinado en positivo y negativo sobre 'Lo Mejor del Boxeo' que era hasta hace poco la única alternativa permanente sobre este deporte en televisión.
Ahora, RCM entre su propuesta televisiva presenta 'Puños', un programa de pugilismo conducido por Héctor Villarreal. ¿Qué tiene esto de extraordinario? ¡Mucho!
Les sustento. RCM es una televisora de muchos recursos económicos (por la gente que está detrás de ella), pero en pantalla vende miseria y pobreza en sus producciones. 'Puños' viene a ser en esta pantalla una alternativa, un respiro y sí, refuerza en figuras a la marca RCM porque el señor Villarreal no es un improvisado en esta disciplina. Este señor tiene una trayectoria de años transmitiendo y organizando encuentros boxísticos.
En TVN lo veíamos, en los años de Dicky Paredes, junto a Félix Piñango. En otras palabras, sabe de lo que habla y sabe competir.
Este show, aunque carente de mucha más producción visual, uno puede sentarse a verlo por su contenido. Es un show con segmentos, historia, estadísticas y que se centra 'solo' en transmitir boxeo. ¡Netamente boxeo! Aunque la competencia en contenido con el señor Tapia será muy dura (por la pantalla donde transmite y porque compite con un show de tradición), no es imposible. Si Villarreal logra que este espacio no se vea ni que lo vendan como una de las miserias que se ven en esa pantalla, sería la nueva opción de los amantes del boxeo. No hay que ser genio para interpretar el por qué del nombre de este nuevo espacio. Veremos quién KO a quien. ¡Bienvenido al Ring!
¡Walter! Telemetro presentó un especial donde, en exclusiva, Susan Elizabeth Castillo entrevistó al astrólogo Walter Mercado. El concepto visual de este especial fue extraordinario, aunque para mí, el personaje sea nefasto. La animación fue fina, el concepto escenográfico sobrio, místico y adecuado al personaje. No requería mucha producción y las ilustraciones, en su mayoría fotos, fueron buenas.
Aunque hubo ausencia de repreguntas, de un hilo conductor entre pregunta y pregunta (o en la edición completa del especial) y de cuestionamientos claves, como por ejemplo, los reportes sobre el fraude que han reportado y demostrado colegas de otros países sobre su línea astrológica, la entrevista fue buena, divertida y tocó temas variados. Susan se veía cómoda, en las presentaciones de los bloques, utilizando el terrible tono de 'Ocurrió Así', se veía sobreactuada y como bien le dijo Walter, ¡es buena actriz!
Castillo no es la mejor entrevistadora de este país. Walter no es un personaje difícil de entrevistar, pero sí impone porque tiene un extraordinario manejo mediático. No es una entrevista para ganar un Pulitzer, pero sí fue una donde la señora Castillo captó la atención de la audiencia y esto es uno de los fines de una entrevista. Se vistió bien, se desempeñó bien, se veía cómoda, pícara. Entabló una relación de 'yo te embrujo tu me embrujas'. Supo manejarlo, lanzarle preguntas inquietantes -con respeto- para un divo como él y donde, para mí, lo más importante, dejó que él fuera la estrella y ella hizo el papel que tenía que hacer: entrevistadora. ¡Felicidades!