Los pronósticos se cumplieron y los Pistons de Detroit volvieron ayer a ser los "Bad Boys", para ganar fácil por 79-61 a los Cavaliers de Cleveland en el séptimo y decisivo partido de las semifinales de la Conferencia Este.
La victoria permitió a los Pistons disputar por tercer año consecutivo las finales de la Conferencia Este y defender su título ante los Heat de Miami, que también fueron sus rivales la pasada temporada.
Después de haber estado al borde de la eliminación, con tres derrotas consecutivas, los Pistons confirmaron su condición de equipo campeón y muy superior en conjunto a los Cavaliers, que sólo tuvieron a su estrella, el alero LeBron James, como el jugador que pudo -no siempre- superar a la gran defensa del equipo de Detroit.
Junto a la gran defensa de los Pistons, el equipo con la mejor marca de la liga, logró 63 triunfos. Los Pistons tuvieron al alero Tayshaun Prince como el líder de su ataque al conseguir 20 puntos (7 de 16 tiros de campo, incluido un triple, y 5 de 6 desde la línea de personal), siete rebotes y tres asistencias.
"Durante toda la serie jugamos una gran defensa y en el séptimo fue perfecta para conseguir la victoria que necesitábamos", declaró Prince.
"Este equipo tiene clase y sabemos superar los problemas sin pánico", agregó.
CONTRA LOS HEAT
La serie al mejor de siete comenzará mañana en el Palacio de Auburn Hills, donde los Pistons tendrán la ventaja de campo ante los Heat.
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