Amenazó con quitarse la vida, pero el arma era de juguete. Esa fue la hazaña que protagonizó Carlos Manuel Jiménez Serrano, de 25 años, en reclamo a una herencia que debió recibir su padre. Eran las 12:45 p.m. de ayer, cuando se informó que Jiménez estaba en una de las oficinas de la empresa Max E. Jiménez, ubicada en La Locería, y amenazaba con suicidarse si no llegaban los medios de comunicación y los auditores de esta empresa.

No fue hasta la 1:48 p.m., cuando Jiménez desistió de la idea y fue detenido por las unidades policiales para ampliar sus declaraciones.

A su salida explicó que su acción se debió a un robo de una herencia familiar, por un monto de más de 4 millones de dólares, por lo que solicitó una auditoría.

Carlos Enrique Jiménez, padre de Manuel, dijo que su padre dejó de herencia la empresa para él y su hermano, quien ya falleció e hizo un traspaso de sus bienes a su esposa. Ahora no le dan ni un cinco, recalcó.

El subcomisionado Mauricio Nelson intervino y logró disuadir al joven que amenazó con quitarse la vida, aunque de mentira.