La brocha final de todo maquillaje, al que aporta luminosidad y suavidad; además de dar relieve y esculpir los volúmenes faciales. Las tonalidades son variadas, pero se destacan el rojo, el rosa y el coral. El tono perfecto de colorete es aquel color que adoptan las mejillas en su estado natural cuando se hace ejercicio o se sonrojan. Por tanto, cuanto más pálida sea, más claro debe ser el tono del colorete.
Los coloretes de armonía roja son perfectos para cutis oscuros o bronceados. Para las pieles claras son ideales los rosa, ya que confieren un aspecto saludable. Los de armonía coral son idóneos para la mañana; dan calidez y luminosidad al cutis y refuerzan el primer bronceado del año.
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